domingo, 18 de marzo de 2018

Cristo baja de la cruz para encontrarse con nosotros

Hoy leyendo la oración diaria que llega a mi casilla de mail, todos los dias desde que Francisco, hace 5 años comenzó a pedir que rezaramos por el, me hizo reflexionar sobre la oración de la mañana. 
18 de marzo
BUEN DÍA Carlos Sanchez Saravia 
Tu oración diaria:
MAÑANA: Dar la Vida por los demás.
”Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12,20-33). “Cuando pasamos por alguna cruz, Él ya ha pasado antes. De este modo, no subimos a la cruz para encontrar a Jesús, sino que ha sido Él, el que se ha humillado y ha bajado hasta la cruz para encontrarnos a nosotros” (Papa Francisco). Si los pensamientos te inquietan y los sentimientos te aíslan no te aferres, no son buenos consejeros. ¿Qué tienes que dejar morir para crecer en libertad y amor? Ofrece tu día por la intención del Papa. Padrenuestro.


Esta oracion la relacione con la carta que envio al Pueblo Argentino, en el dia de ayer Francisco, nuestro Papa. 

frente a esto mire esta mañana en el kiosco donde compro los diarios, los titulares estaban encabezados por el "pedido de perdón"
La relacione porque Francisco, al igual que Cristo baja de su cruz para abrazarnos "a todos". 

El Papa Francisco es nuestro Padre, el de todos, de todas las religiones, de todas las creencias, de todos los Países, de todas las ideas y partidos políticos.

El nos pide, a cada momento, que recemos por él y lo estoy haciendo al escribir estas "reflexiones" y lo haré, especialmente, en la Misa de hoy.

Y tratare de pedir perdón, por indignarme, con la gente que quiere llevar al Papa a su lado para defender sus ideas o peor, sus intereses.
He escuchado todo tipo de comentarios, y muchos muy mal intencionados.
Es probable que esa sea parte de "su cruz", que también es ver este Mundo, cada vez más injusto con los que menos tienen.

Carlos Sanchez Saravia

miércoles, 14 de febrero de 2018

de responsabilidades y otras yerbas

por Carlos Sánchez Saravia


Un escueto comunicado


Quien es el dueño o la cara visible del Sanatorio de la Santísima Trinidad?
Julio Fraomeni 
Dueño del Grupo Galeno, y de los Sanatorios de la Trinidad
En 1997 se quedó con Mediplan y a partir de allí tuvo un crecimiento exponencial que algunos vincularon al sindicalista Armando Cavalieri, muy ligado al gobierno de Mauricio Macri.
En el ambiente advierten que el crecimiento de Galeno está ligado a la baja de costos médicos.
http://m.lapoliticaonline.com/nota/111152/

Quien es el responsable del comando de un barco?
A mi entender la autoridad máxima, el que toma las decisiones, en el caso de la Clínica de la Santísima Trinidad, su dueño Julio Fraomeni, sin embargo los ppales medios no lo mencionan, no lo saben?, seguramente que lo intuyen, pero no hablan de ello ya que los sistemas pagos de salud son sus anunciantes y realmente muy importantes.

Experiencia personal.
Con Estela eramos "clientes" de Galeno y cuando vimos que se estaba convirtiendo en una buena hotelería y nada más, nos pasamos a CEMIC que entonces era un grupo de médicos renombrados, como lo fue, también, en su comienzo el Instituto de Diagnóstico, hasta que también se convirtieron en "negocios" de salud.

Antes de pasarnos a CEMIC un gran médico gastroenterólogo operó a Estela, cuando, años después quisimos saber exactamente la historia clínica de la operación , que nos la pedía el gastroenterólogo que volvió a tratar temas no resueltos de su aparato digestivo, por recomendación  de Avendaño que ya estaba retirado por vejez, nos dijo que el no la recordaba pero que en Galeno tenian obligacion, por ley de guardar las historias clínicas de todos sus pacientes.
Me dirigí a el sanatorio donde años antes habían operado a Estela y luego de recibir negativas por parte de sus empleados,y después de insistir en la administración, me dijeron que cuando habían cambiado sus dueños un incendio había destruido, casualmente, todas las historias, caso muy parecido al de Iron Mountain.

En un País y un Gobierno donde, casualmente, todas las autoridades, niegan responsabilidades, salvo en la que le tocó a Nestor Ibarra con la catástrofe de Cemento.
Las responsabilidades de conducción se niegan continuamente, y tenemos infinitos casos con solo ver, los "accidentes" por falta de control de los organismos correspondientes. 
Como ser en la administración de la Ciudad de Buenos Aires, de Horacio Larreta en el 2016

Cinco jóvenes murieron en una fiesta electrónica en Costa Salguero ...
en el antes mencionado Iron Mountain en el 2015,
Revelan que el incendio de Iron Mountain fue intencional
Es lo que denuncian, también muchos sobre las nuevas compañías aéreas low cost, ya tuvimos el recordado "accidente" de LAPA en 1999, otra catástrofe, sucedida en épocas de gobiernos parecidos a los actuales.
La lista de negación de responsabilidades es infinita y los diarios no lo mencionan, no creo que sea porque no lo saben sino por sus propios intereses, la semana pasada hubo un derrumbe en la villa 31 en las obras que encara el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para terminar de aislar a sus habitantes y generar un nuevo negocio inmobiliario y los diarios no lo informaron o lo disimularon en sus últimas páginas.
 
Derrumbe en la Villa 31: dos obreros quedaron atrapados



La primera responsabilidad, en este caso de falta de control y mala atención, que hace que muera una destacada y joven periodista, es a nuestro entender del capitán del barco.
Pero ya, sospechosamente están tirando "merde", en los comentarios periodísticos.

La muerte de Débora Pérez Volpin, ocurrida el martes pasado, aún causa conmoción en la sociedad y dolor entre sus familiares y amigos. Y también siguen surgiendo distintas versiones sobre la causa de su deceso. Desde el Sanatorio de la Trinidad dijeron que la periodista y legisladora porteña tenía hepatitis, líquido en la cavidad abdominal y alrededor del hígado, derrames en el tórax, principio de hipertensión e ictericia, según lo consignó Clarín en su edición de ayer. Las declaraciones, que no se atribuyen a una persona en concreto, provocaron la reacción y el enojo de allegados a Pérez Volpin.
publicado en La Nacion 
https://www.lanacion.com.ar/2108377-versiones-cruzadas-por-perez-volpin
- A BUEN ENTENDEDOR, POCAS PALABRAS- 
Carlos Sanchez Saravia

miércoles, 17 de enero de 2018

mail dirigido a Juan Carlos Lopez Mena - dueño de Buquebus

Sr. Juan Carlos López Mena

Me dirijo a usted para contarle lo que me paso, el pasado 10 de enero, como pasajero de uno de sus barcos el Eladia Isabel, que tomamos para cruzar de Buenos Aires A Colonia.
Nos embarcamos esa mañana, rumbo a mi destino que era pasar unos días de descanso cerca de José Ignacio.
Hacía varios años  que no viajaba al Uruguay y esta vez lo hice junto a mi señora, Estela,  mi hija mayor,  María Paz, mi nieto Ramón y mi perro Tito , un bulldog Francés de casi 8 años.
Mi hija había averiguado y sabía que Buquebus permitía el traslado de mascotas, cumpliendo con los requisitos sanitarios de vacunas y enfermedades.
Al embarcar, un empleado, de muy mala manera, me dijo que no podía subirlo a la cubierta ya que pesaba más de 5 kg (Tito pesaba apenas 10 kg) y la desatención y descortesía continuo cuando solicitando poder dejar el auto sobre un lateral para poder ingresar durante la travesía para darle agua y acompañarlo, me lo negaron y me hicieron ubicar el auto en una de las apretadas filas. Me quede dentro del auto para verificar que podía volver a entrar y me hicieron salir, deje las ventanillas semiabiertas y otro empleado, ante mis requerimientos, de tener lugar para acceder al auto, me tranquilizo diciéndome que iba a ubicar una auto chico para que yo pudiera entrar, le di una propina agradeciéndole, “amago” no recibirla y la guardo en su bolsillo.
Pero realmente a este empleado tampoco le importo nada ya que al zarpar el barco cuando baje para darle un poco de agua y tranquilizar a Tito, me di cuenta que no podía entrar por ningún lado ya que los autos estaban todos pegados uno a otro sin dejar ningún espacio.
Durante el viaje baje varias veces y veía a mi perro bastante asustado, trataba de calmarlo y le tiraba desde la ventanilla un poco de agua a los pies del asiento delantero, donde se había ubicado, seguramente para paliar el calor del lugar.
Cuando bajamos para subir al auto y desembarcar, al acercarme desde la ventanilla lo vi recostado sobre mi asiento y muy quieto, presentí que estaba muerto, desesperado le pedí a los que embarcaban que dejaran subir a mi familia por las planchada de salida de los viajero de a pie, pero no solo, al principio, me lo negaban, diciéndome que no se podía, sino a la primera persona que se lo pedí varias veces, ni siquiera me contestaba y como seguía quiso venir a agredirme, lo pararon varias personas y uno de los tripulantes, comprendiendo la situación, acompaño a mi familia a la salida.
Cuando al fin pude subir Tito, mi perro, mi amigo, estaba muerto.

Yo lo conocí a usted y a la que era, en ese entonces su secretaria, hace muchos años, en mi carácter de periodista cubrí, no solo el diseño y comodidades de vario de sus barcos sino también las inauguraciones de sus terminales y sus ampliaciones (entre 1967 y 1973 en notas del suplemento de arquitectura y diseño  del  Cronista Comercial, que hacíamos con el arquitecto Carlos Dibar como en otros medios que a lo largo del tiempo fui participando con la producción de contenidos.
Las notas siempre fueron elogiosas, de su empresa y de sus realizaciones, porque estaba convencido de la valía y pujanza de su persona y de su empresa que crecía, dando un servicio de atención a la gente, a sus pasajeros.

Pero hoy, varios años después, veo con tristeza, que han perdido sus objetivos, se han convertido en una de las tantas empresas cuyo único objetivo es recaudar y que debido a las prebendas de los distintos gobiernos de turno les “fabrican” una exclusividad que permite que ello ocurra, sin importarles la gente SUS CLIENTES.
A mis casi 72 años, he perdido a mi perro Tito, que me acompaño durante casi 8 años, eso me pone muy triste, pero mucho más triste me pone que mucho de las personas que dirigen muchas de las empresas, como la suya, han perdido su rumbo.
Ya no tienen un capitán, un timonel que los lleve a buen rumbo.

Carlos Sánchez Saravia